¡Ya está bien de tantas gilipolleces!

Ayer, como cada día entre semana, llegué a las prácticas. Lo primero que hago es tomarme un café mientras ojeo los periódicos de prensa deportiva. Pero cual fue mi sorpresa cuando en la portada del DIARIO MARCA aparece Jesús Navas -no Cristiano Ronaldo como ocurre el 150% de las veces, porque sino parece que no venden ni´una sóla cabecera-. Y esta mañana volvía a salir el 'Rey de Los Palacios' junto con el 'pesetero' Sergio Ramos.

Todo esto, por estas fechas, es normal en este tipo de 'prensucha nacionalista'. Y más cuando dentro de dos semanas el Sevilla visita el Santiago Bernabéu.

El MARCA asegura que Navas vestirá la próxima temporada la camiseta del Real Madrid, pero lo que no saben es que los lectores ya no se lo creen. Por eso quizás, aquí en Sevilla, el ESTADIO Deportivo supera con creces a este periódico en tiradas.

Pero en la prensa madrileña no sólo aseguran el traspaso del palaciego al club de Chamartín, sino que ya sus problemas de ansiedad no existen. Y Jesús Navas está deseando jugar junto con su amigo Sergio Ramos. Es más, Sergio Ramos va a presionar a los directivos merengues para que hagan efectiva la operación. ¡YA ESTÁ BIEN DE TANTAS GILIPOLLECES!

¿Y qué pasa? ¿en Sevilla no se opina?. Pues buena respuesta la del ESTADIO Deportivo contra esta falacia, aunque a veces se equivoquen también aciertan.

Además, José Máría del Nido está empezado a negociar su renovación. Y no se ha hecho antes, porque el jugador ha cambiado de representantes para dar un impulso a la carrera profesional de su hermano Marcos, que milita en Segunda División B. Esa es la única razón por la que no se ha rubricado todavía la firma de Navas.

Y sí Florentino lo quiere, que pague. Y que pague bien -60 millones de euros-. Y si no que dejen de MENTIR. Y es que el año pasado, seguro que más de uno se acuerda, este mismo diario -que ya no pienso nombrar más- aseguraba por activa y por pasiva que Luis Fabiano vestiría de blanco. Ahora les hago yo una pregunta: ¿Dónde coño juega Luis Fabiano?
¿Con Benzema? ¿Con Raúl? No. Juega con Navas en el Sevilla.

Jesús Navas no se va. Y no por los problemas de ansiedad sino porque es un jugador de escudo. Un futbolista de antaño. Un extremo que será titular en el Mundial y quién sabe si este año levantará la Copa de Europa. Y recuerdo que si intentan desestabilizarnos, el año pasado, ganamos 3-4.

Porque los sueños se cumplen... y Navas está en ellos.

El oro de Moscú lo encontró Negredo

Un empate que sabe a oro. El Sevilla tendrá que mantener el resultado de 1-1 que ha cosechado en Rusia. El CSKA de Moscú ha jugado mejor y no ha puesto en algún que otro apuro.

Pero quién escavó primero fue nuestro minero Negredo. Y vaya si encontró oro. La ayuda del portero ruso comiéndose un balón sin peligro lo cazó el sevillista para meter a su equipo en el carril de los cuartos de final.

Sin embargo, todo no ha sido coser y cantar. El Sevilla ha aguantado bien los ataques moscovitas pero no ha tenido llegada ni definición. Para mi gusto nadie a desentonado, pero nadie a despuntado. Y el CSKA ha puesto toda la carne en el asador sin resultado alguno. Bueno sí, un golazo del ex bético Mark González para ir con vida al Pizjuán.

En los minutos finales lo hemos pasado mal. Pero es que Palop ya ha cogido de costumbre hacer una intervención estelar en cada encuentro. Y esta tarde nos ha vuelto a salvar. Mención especial se merece Stanckevicius, que cada vez que juega cumple de sobra. Ejercer la opción de compra ya.

Poco más ha tenido este partido. El oro se ha encontrado en Moscú, pero el de 24 kilates hay que buscarlo en el Pizjuán. Allí no seremos 11, seremos 45 mineros. Así que el carril de cuartos de Champions está abierto.

Luis Fabiano sí quiere la Champions

Luis Fabiano ha justificado porque le dicen 'O Fabuloso', porque sencillamente lo es. El Sevilla ha hecho lo justo para ganar a un Osasuna que sinceramente es flojo como equipo. Dos victorias seguidas en el Sánchez Pizjuán, las dos por la mínima y ante rivales inferiores, pero es que el desgaste de los hombres de Jiménez este mes ha sido fatídico. Y de momento jugamos la final de la Copa del Rey y estamos en puestos Champions.

Diego Capel está recuperando el nivel de antaño. Esta tarde ha sido un jugador activo, lo ha intentado de todas las maneras y cada vez que cogía el balón daba sensación de peligro. Hasta que pasada la primera media hora se sacó de la manga una asistencia para que Luis Fabiano cabeceara, de forma esplendida, el balón al fondo de la red.

A partir de ahí, el Sevilla dominó el partido, pero dominó a medio gas. No quiso pisar el acelerador, porque no hacía falta. Quizás sea un peligro llegar con 1-0 a los minutos finales de un partido, pero hoy sí el Sevilla ha sabido administrar su ventaja. Navas de nuevo energético y ofreciendo en el desenlace del choque una exhibición de como mantener el balón. Zokora se ha resarcido de su mal papel de Getafe.



Poquito más. El Sevilla dormirá en Champions esta noche e irá a Mallorca el sábado a ganar, porque hace falta para abrir hueco o quitar de ahí a los bermellones -si vencen mañana en Tenerife-. Buena victoria para dosificar y para coger moral antes de la Champions, que en menos de 15 días se vuelve a asomar al calendario sevillista. Y lo sigo diciendo, los sueños se cumplen.

No hay más juego, porque más no se puede debido al esfuerzo que ha tenido que hacer este equipo. Y para los más pesimistas. Somos el único equipo Champions que disputa las tres competiciones, con opciones serias en dos -la Copa porque estamos en la final y Europa porque nos podemos plantar en Cuartos-. Y sí, luego nos puede tocar un Chelsea, Manchester etc... pero hay que jugar. Nadie pensaba que podíamos eliminar al Barcelona y mira quien va a ver la final de la Copa por la tele.

Este año la afición si que es importante. Así que vamos a confiar hasta que los resultados no digan lo contrario.

Palop, esta final es tuya

Media hora antes del comienzo del partido todo era bastante positivo. Los sevillistas se habían desplazado en masa al Coliseum Alfonso Pérez, cerca de 3000; los jugadores que iban a saltar al césped eran los que tenían que estar en el once y el resultado de la ida invitaba a disfrutar.

Pero si juegas con la línea de medio campo casi pegada a la defensiva y dejas a Luis Fabiano sólo, absolutamente sólo, durante todo el partido; las cosas no pueden salir bien. ¿Jiménez, por qué haces jugar al Sevilla así?

El Getafe nos vapuleó en juego, en ocasiones, en triangulaciones, en todo. Pedro León hizo lo que quiso con Fernando Navarro -el lateral está muy por debajo de lo que era-, la falta de presión convirtió a Boateng en el mismísimo Beckhenbauer, Casquero no se acordó ni un instante de su pasado sevillista -como era de esperar- y Soldado pues volvió a demostrar que es uno de los mejores delanteros de España.

Con este fatídico panorama el Sevilla se escondió tras unos guantes, eso sí, unos guantes que son de oro. Y es que Andrés Palop salvó lo que no hay en los escritos. El temporal de fútbol que planteó el Getafe durante la primera parte fue espectacular; fútbol de alta escuela. La primera machada de Palop fue en el minuto 6 con un disparo en parábola de Soldado que sacó in extremis el guardameta. Y la última fue en el tiempo extra un disparo de Boateng que no fue gol porque los santos no quisieron, porque no quiso Palop.

Jiménez fue expulsado injustamente en los primeros compases del partido. Y el Sevilla no jugó a nada. Sólo se salvaron, aparte de Palop, un joven chaval que se matriculó ayer en el Coliseum. Cala fue el líder en defensa de su equipo y todas las jugadas se iniciaban en él. Y Luís Fabiano luchó todo lo que podía luchas estando más sólo que la una.

El Sevilla sufrió, la segunda parte se le hizo eterna y más cuando Soldado marcó los tiempos con la cabeza y fabricó un auténtico golazo. Al final Palop, Palop y Palop. Por eso, esta Copa es totalmente tuya.

Queremos al Sevilla que enamorá ya

El Sevilla enseña su 'cara B'

Nuevamente fuera de puesto de Champions y lo que es peor, los perseguidores del Sevilla están cada vez más cerca. Otra vez se volvió a ver al equipo visitante de la Liga que tira partidos por falta de ambición.
Cada vez convence más esta temporada que el conjunto de Manolo Jiménez tiene dos versiones: La 'cara A' -la de la copa y champions- y la 'cara b' -la de la mayoría de los partidos de Liga-.

Llevo dos párrafos y todavía no he hablado del partido de ayer en la Romareda, pero es que el Sevilla no hizo nada de nada. Me recordó en algunos tramos del primer tiempo al equipo que hace casi una década esta desahuciado camino de Segunda División. Y es que los hispalenses dispararon con peligro una sola vez sobre la meta de Carrizo. Y arriba jugaban Kanouté y Negredo. No creo que haya que decir más. Sin embargo, me urge una pregunta que se la haría el mismísimo Aristóteles si visionara de domingo a domingo los partidos del Sevilla a estas alturas de temporada ¿Por qué es capaz de avasallar al Valencia y es un títere en manos del Zaragoza?



Y la respuesta está bastante clara. Manolo Jiménez. No es cuestión de criticar al entrenador, porque está ganándose el crédito a pulso y en un ambiente bastante hostil, porque muchos sectores están deseando pedir su cabeza cuando las cosas van mal. Pero si le achaco, que no supo plantear el partido. Y no por reservar a Perotti, Navas y compañía para la Copa -que hoy por hoy es más importante-, sino porque este tipo de partidos no sabe motivarlos. Quizás ese sea un hándicap, la motivación. Está claro que cuando se juega contra Barcelona (1-2), Real Madrid (2-1) o Valencia (2-1) o, incluso, la Copa del Rey (2-0 al Getafe)no hace falta motivación alguna. Por eso Jiménez tiene que meditar sobre esto, porque ya son demasiados puntos los que nos han quitado rivales inferiores.



Además de todo esto, dos tonterías nos dejan sin Negredo ni Stankevicius para la vuelta de la Copa. Menos mal que vuelve la Copa. Menos mal que toca enseñar la 'cara A'

Jiménez pone al Sevilla por el buen camino

"Jiménez ha vuelto a acertar", así de escueto y contundente se mostraba José María Del Nido tras la victoria por 2-0 del Sevilla en la ida de la Copa. No es de extrañar, porque los primeros 30 minutos de partido fueron un baño absoluto del Getafe -un equipo quizás con poco renombre pero que juega muy y mucho al fútbol-.



El Sevilla salió con todo su arsenal, Negredo y Luis Fabiano arriba. Y la alta intensidad de la primera mitad hizo que el Getafe fuera triangulando jugadas hasta poner en más de un apuro la portería de Palop.

Viendo el panorama que se le venía encima a su equipo y que la gente empezaba a murmurar como aquellas tardes del Racing, Espanyol o el propio Getafe, Jiménez se la jugó. El entrenador del Sevilla cambió en el minuto 36 al autor de los dos goles frente al Valencia por más que un criticado Romaric.

Los pañuelos, pitos y gritos no tardaron en llegar al Sánchez Pizjuán. ¿Cómo cambias a Negredo por Romaric? Se pensaría más de un aficionado. Pues chapeau por Manolo Jiménez, porque hizo una lectura del encuentro que nadie vio. Se necesitaba contención en el centro del campo y el fútbol, que dicen ser de sabios, le dio la razón.

Con Romaric en el campo el Sevilla jugó con balón y utilizó a sus puñales -Navas y Perotti-. Así en la prolongación de la primera parte una jugada iniciada por Jesús Navas -que cada envite que tiene demuestra que tiene que estar en Sudáfrica-, la cocinó Adriano y la culminó Luis Fabiano. Por fin volvió el brasileño tras mes y medio de lesiones y baja forma.

En la segunda parte el Getafe siguió luchando porque es un buen equipo, pero los locales ya sabían lo que tenían que hacer. Y Navas en otra puñalada por la banda derecha hizo un centrochut que golpeo en el Cata Díaz y se durmió en el fondo de la red.

Un 2-0 para demostrar que este título quiere volver a la vera del Guadalquivir tres años después y empezar a preparar a la afición para el gran sueño de la afición... La Champions. Es muy difícil hacer cosas importantes en la máxima competición internacional, pero alguien un día dijo que 'Los sueños se cumplen'

Negredo eclipsó al Valencia

Luna llena, así se vistió la noche sevillana para recibir en el Sánchez Pizjuán uno de los partidos que hacen grande al fútbol español. El ambiente volvió a ser el de hace meses y el espectáculo también. Y es que el Sevilla volvió a demostrar, y cada partido que pasa estoy más convencido, que esta temporada puede conquistar algún título (la copa está al alcance de la mano).

El protagonista fue Negredo, que eclipsó al mejor delantero de la Liga. David Villa estuvo intermitente durante gran parte del encuentro gracias a las labores defensivas del desconocido Stankevicius -una apuesta particular de Monchi y que está cuajando a un gran nivel-.



Pero volvamos al vallecano. Álvaro Negredo no sólo metió los dos goles del partido. Álvaro Negredo no sólo se desinfló presionando arriba. Álvaro Negredo creó una obra maestra. Y es que si Guti enamoraba a los amantes del buen fútbol con un taconazo de esos que dentro de 10 años lo seguirán ofreciendo por televisión. El Sevilla aprovechó un fallo garrafal de Albelda -todavía no entiendo que hacía Banega en el banquillo del Valencia- para crear un baile de fútbol que podía haber sido la escena final de Billy Elliot. Navas ofreció una asistencia de tacón en carrera -candidatura para estar entre los elegidos para el Mundial- al 'Animal' y Negredo se sacó de la chistera un toque sutil para elevar el balón por encima de César y meter uno de los goles del año.

Es cierto, y no lo voy a negar, que Pérez Lasa nos benefició, pero tampoco es de extrañar porque es de lo peorcito que hay en esta Liga. Palop le dejó un recadito a Villa al final del encuentro -tenía que haber sido roja-. Y también Zokora se tenía que haber duchado antes de tiempo por una mano clamorosa.

Hablando del mediocentro sevillista. Las memorias de África particulares que vivía Jiménez se han quedado en recuerdo. Y es que los grandes futbolistas se notan más en las ausencias que en las presencias. Y Zokora cuajó un partido cumplidor, porque el africano se bastó solito para neutralizar a Marchena y a Albelda. Con este pulmón, el Sevilla sólo tiene que preocuparse de atacar.

Al final 2-1 y quizás pidiendo la hora. Al final 2-1 y con polémica. El Sevilla fue superior a pesar todo y en el campo había un rival de aupa. Los Silva, Villa, Mata y Pablo Hernández son la columna vertebral de la selección española. El Sevilla está en Champions de nuevo. Ahora si podemos decir que el Sevilla ha despegado y no creó que aterrice.