Nadie dijo nunca que ganar un Mundial fuera tarea sencilla, pero lo que está pasando Portugal en su camino al campeonato de naciones más prestigioso se puede calificar de calvario.
En un primer aspecto, ya es de sobra conocida, la dubitativa imagen que ha dejado la selección lusa –llamada a ser una de las favoritas para proclamarse campeona del mundo- en la fase de clasificación. El combinado nacional dirigido por Carlos Queiroz consiguió su billete para Sudáfrica en la fatídica repesca. Tras quedar segunda de grupo y clasificarse en la última jornada para la eliminatoria decisiva, a Portugal le tocó jugársela con Bosnia.
La segunda desgracia para los portugueses fue la lesión de su máxima estrella, Cristiano Ronaldo. Y tuvieron que jugar la repesca sin él. A pesar de todo consiguieron estar en el bombo del Mundial tras ganar por un cómputo global de 2-0 a los bosnios.
Y en ese deseado sorteo, con CR9 ya recuperado, los lusos esperaban un grupo favorable. Y como todo lo que empieza mal, suele acabar peor aún; Portugal queda encuadrada con Brasil y Costa de Marfil, es decir, en el ‘grupo de la muerte’. Los de Queiroz tendrán que sudar la gota gorda si quieren pasar a octavos. Pero no sólo eso, el primer cruce será, lo más probable, con España.
La cosa no acaba ahí, porque la gota que colma el vaso ha llegado este fin de semana con la lesión de Pepe. El luso tiene muy pocas papeletas de ir al Mundial y visto lo visto suplir a un central tan en forma parece una tarea de altos vuelos.
Si Portugal gana el Mundial… está claro que se lo merecerá, aunque me da pena porque el camino de los portugueses en Sudáfrica acaba en octavos. La ‘Roja’ les pasará por encima.
