lunes, 30 de noviembre de 2009

El clásico de clásicos...y la Liga parece que tiene dueño

Ayer no era un domingo cualquiera, porque cuando alguien queda con amigos para ver un partido de fútbol a las siete de la tarde todo el mundo sabe que ese encuentro es especial. Muchos lo han catalogado como el partido del siglo, otros como el de los millones de euros o, incluso, como el encuentro de los balones de oro (seis de los 10 finalistas a este trofeo estaban sobre el césped). Efectivamente, el primer Barcelona-Real Madrid de la temporada se disputó en la tarde de ayer. Y el clásico de clásicos no defraudó.

El resultado ya es de sobra conocido, pero en un partido que visionan millones de personas hay más esencia que un mero marcador. Y tras ver este maravilloso monumento al fútbol me han pasado por la cabeza varios pensamientos, varios duelos que me gustaría explayaros… algunas circunstancias que no he visto esta mañana en la prensa y que no desmerecen de ser nombradas.

La primera de ellas nació cuando el partido todavía iba con el resultado de gafas y Cristiano Ronaldo tuvo un mano a mano con Valdés. El guardameta respondió sacando la pierna y evitando el gol del portugués. Una parada de antología. De esas intervenciones a las que nos tiene acostumbrados Iker. Y que ayer también demostró, parando un mano a mano a Messi, porque es el portero titular de la selección española. Hasta aquí todo corriente, pero mi pregunta es: ¿por qué Valdés no tiene ese privilegio? Es cierto que es casi imposible llegar al nivel que suele mostrar Casillas, pero es que el portero catalán lleva rallando a un gran nivel desde hace varias temporadas. Y con permiso de los Reina, Palop, Diego López y compañía, el cancerbero del Barcelona puede ser una sorpresa para el Mundial.

Otro de los puntos que para mí forma de ver el fútbol fue el nivel que mostró Sergio Ramos. El sevillano, que lleva bastante tiempo recibiendo críticas por haberse acomodado, dio ayer un recital defensivo e, incluso, ofensivo. El camero ofreció su mejor versión y parece que quiere estar en el Mundial.

El duelo de cracks también tiene que ser remarcado. Lo cierto es que ni Messi ni Cristiano estaban al cien por cien, pero creo que ayer se pudo observar quien se merece el balón de oro. Y es que el argentino mostró compromiso, verticalidad, peligro y sobre todo calidad. El pulga hizo jugadas y regates en una loseta, el pulga es de otro planeta. Y Cristiano pues sencillamente no está.

Por último, me gustaría remarcar la imagen del Real Madrid, que cuajó uno de los mejores partidos de la temporada hasta tal punto que se pudo llevar el clásico. La escuadra blanca fabricó jugadas de pizarra e incluso no se conformó nunca (sensación que llevaba trasmitiendo toda esta liga). Sin embargo, el Barcelona, que estuvo titubeante en muchas fases del encuentro, se llevó la contienda.

Y cuando el Barça juegue bien de verdad parece que es muy superior a cualquier equipo. La liga puede que tenga dueño, porque la mejor versión azulgrana todavía no la hemos visto.

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