miércoles, 20 de enero de 2010

El Sevilla conquista Riazor

El Sevilla ha vencido por 0-3 al Deportivo de La Coruña en el partido de ida de los cuartos de la Copa del Rey. Manolo Jiménez ha demostrado que va en serio con la Copa. El sábado hay que ganar sí o si al Almería, pero para pensar en la Liga había que sacar algo positivo de Riazor ¡Y vaya si se ha hecho¡

El Sevilla ha vuelto, el Sevilla ha pasado por Galicia como si de una apisonadora se tratase. No sólo ha ganado, sino que ha sentenciado una eliminatoria que se antojaba al 50%. Y es que los hombres de Jiménez están en crisis, están sacudidos por las bajas; y eso les ha hecho descender a la sexta plaza en la clasificación a tres puntos del objetivo Champions. En cambio, el Deportivo está viviendo su peculiar Año Santo. Los hombres de Lotina son candidatos a todo en esta temporada.

Por todo ello, el Sevilla no iba con los mejores pensamientos a Riazor. Pero es que hace medio año vino a la capital hispalense un jugador con vitola de estrella, Álvaro Negredo. Y noches como las que nos ha ofrecido hoy hace pensar que es un auténtico crack. El vallecano ha cuajado un actuación excepcional, quizás el mejor partido desde que viste la camiseta del Sevilla. Un gol que abría el camino hacia semifinales y una asistencia a Navas para convertir ese camino hacia semifinales en llano. Renato anotó el segundo gol.



Y es que no todo acaba ahí, porque han vuelto Perotti y Luis Fabiano, Además, el argentino ha demostrado que no se le ha olvidado jugar al fútbol, porque ha realizado dos slaloms de aupa.

Esta noche se ha visto el Sevilla de la Copa, sólo hace falta que también se vea en la Liga. Otra buena noticia, Kanouté ya está en la ciudad hispalense. Con el africano, Luis Fabiano y Perotti se tiene que ganar el sábado, tiene que volver el Sevilla.

domingo, 17 de enero de 2010

Un luchador convertido en leyenda

"El golf es el juego más parecido a otro juego que llamamos vida. A veces consigues malos resultados de buenos golpes y otras veces recoges buenos resultados de malos golpes, pero siempre debes jugar desde donde esté la bola". Así era la filosofía de Bobby Jones. Este golfista pasó a la historia, no sólo por los torneos que conquistó –el Grand Slam en un mismo año (1930)-, sino porque el golf era su pasión y no una forma de vivir. Nunca fue profesional y jamás recibió una sola clase. Su vida no fue fácil -padeció dos enfermedades que la caracterizaron-.

Jones tenía un don para el golf. Su infancia fue complicada. La enfermedad que padeció -hasta los 5 años- lo acercó a la muerte por un virus que le impedía comer alimentos sólidos. Tras superarla, sus padres deciden veranear en East Lake Country Club. Bobby comienza a conocer el golf. Hasta 1923 no ganó nada importante e, incluso, planteó retirarse, pero llegó el US Open.

En ese momento se empezó a ver al verdadero Bobby Jones. Con 25 años había ganado 13 torneos de primer nivel. Su peculiar swing, carente de técnica, era letal. Sí, era un swing defectuoso pero muy efectivo. Su balanceo golpeando la pelota y su acompañamiento del golpe se hicieron inigualables.

Surge la leyenda

Su gran año fue en 1930. Jones fue el primero en ganar el Grand Slam. Esta hazaña es más relevante por la época en la que lo ganó. Pocos golfistas estadounidenses disputaban los torneos europeos por los altos costes. Este logro significó el triunfo de una nación entera, que aún padecía la depresión del 29. Bobby venció en los dos grandes de Europa, pero quedaban el US Open y el US Amateur. Nadie pensaba que Jones lograría el Gran Slam. La altísima expectación montada en torno al golfista, durante el US Open, provocó altibajos en su juego. Al final venció a Smith en el último hoyo.



Todos esperaban ansiosos su última conquista, el US Amateur. Ante 20.000 fans se convirtió en el primer golfista en conseguir los cuatro grandes este deporte en un mismo año. New York Times calificó esta hazaña como “el viaje más triunfar que ningún hombre había hecho en el deporte”. Los años pasaban y nadie conseguía la marca de Bobby. Ni Nicklaus, ni Tiger Woods que, estuvo cerca de lograrlo cuando ganó los cuatro grandes entre los años 2000 y 2001, han alcanzado esta hazaña.

Tras este hito, cuatro US Open, cinco US Amateur, tres Open Británico, y un Amateur Británico decide retirarse. Se aisló de este mundo en 1930, su gran año, ¿por qué decidió abandonar?
Jones era tan perfeccionista con su juego que decidió retirarse en lo más alto. Su grado de perfección era tal, que se exigía tanto que adelgazaba cinco kilos por torneo. Otro de sus rasgos más identificativos era su mal genio. Por lo que verle romper maderas sobre el green era bastante común. Esta autoexigencia le convirtió en el mejor.

Un sueño hecho realidad

Tras su retirada, le quedaba llevar a cabo el proyecto de su vida. Jones había dejado una herencia tan alta que se cambió por completo el paradigma del golf. Bobby decidió fomentar un nuevo concepto del Grand Slam. Jones ideó, con Mackenzie, el Augusta National Golf, el campo donde se celebra actualmente el torneo más prestigioso.

Este sueño fue complicado convertirlo en realidad. Bobby no encontró un terreno donde construir el campo debido a la crisis. También, la petición inicial de Jones de organizar el US Open en Augusta fue declinada, debido a las altas temperaturas que existían en dicha localidad en verano.

La capacidad de lucha de Jones quedó demostrada cuando recurrió al banquero Roberts. Los cimientos económicos ya estaban consolidados. El Augusta National albergaría su propio torneo. Sólo quedaba darle la publicidad adecuada. Se bautizó como el campeonato de Maestros, incluso, Roberts convenció al ex golfista para que volviera a pisar el green en su torneo. La presencia de Jones como jugador hizo que los aficionados colapsaran las instalaciones cada año. Tras cumplir su sueño, Bobby padece una enfermedad que afecta al sistema nervioso y que le hace fallecer en 1971. En ese momento nació la leyenda.

El susurro de su nombre hace recordar que su vida fue algo más que una exitosa pero efímera carrera deportiva. Su swing se empequeñecía cuando mostraba su humildad, su mal genio sobre el green enmudecía al surgir su bondad. Bobby no sólo fue un buen golfista, fue un apasionado de su familia y profesión, fue un arquitecto de los campos de golf… Jones fue sencillamente un genio.

jueves, 7 de enero de 2010

El árbitro, ¿esa es la excusa del mejor equipo de la historia?

Cierto es, que una de las pautas del periodismo deportivo es no escribir como un forofo, pero hoy, en mi vuelta de vacaciones, me vais a permitir que me salga un poco del guión. Y es que me parece sobrenatural lo que está pasando en Barcelona. Y sí, yo soy sevillista y tras estos párrafos os daréis cuenta.

Ya me parece mal justificar la derrota del Barça en el Camp Nou con el Señor Pérez Burrul, pero lo que es inadmisible es que se diga que, además, el Sevilla jugó “con extrema dureza”. Pero vayamos por partes.

La prensa culé, y no me voy a callar, concretamente los diarios deportivos: Sport y Mundo Deportivo, y ciertas personas del entorno azulgrana han pedido que el árbitro que dirigió la ida de los octavos de final de la Copa del Rey sea castigado por mal arbitraje. Se acusa a Pérez Burrul de anular un gol legal a Bojan, pero en cambio no se ha nombrado el gol que anularon a Capel; se señala que hubo un penalti de Escudé a Ibrahimovic que no lo quiso pitar el trencilla e, incluso, del complot que hicieron los sevillistas contra Messi para que no pudiera desplegar sus cualidades, o lo que es lo mismo, acusan al Sevilla de jugar duro y sucio. Pues me van a perdonar pero no, no son así las cosas. Y me voy a justificar.

El conjunto hispalense hizo exactamente las mismas faltas que el Barcelona (16). El gol de Bojan es legal, pero también lo es el de Capel. El penalti que se le hizo a Capel fue dentro del área, porque yo mismo he visto una y otra vez ese agarrón. Así que a mí me surge una pregunta: ¿De verdad os ha perjudicado más que al Sevilla? ¿Y el Villarreal?



Incluso la prensa catalana se queja de que con Pérez Burrul sólo han ganado 7 partidos. Tampoco se trata de esconder, ni defender al árbitro –ya que siendo sinceros es de lo peorcito que hay en nuestra Liga-. Pero sí que perjudicó a los dos equipos por igual.

Quizás la justificación más lógica de la derrota del Barcelona sea que Guardiola se arriesgó demasiado. Eso le honra, pero Pep también es humano. Y sinceramente poner a Milito –que llevaba sin disputar un solo minuto 2 años-, junto al defensa de los 25 millones –pero visto lo visto parece que son de pesetas más que de euros-, es un riesgo que contra las bandas del Sevilla te puede salir caro –como así ha sucedido-.

Tampoco vale excusarse con la dicha de que el Barcelona no puso a todo su arsenal, porque de inicio jugaba con Iniesta, Messi y Pedrito –jugadores que serían titulares en cualquier equipo del mundo-. Y si ante eso si hay justificación, me atrevo a decir que el Sevilla fue al Camp Nou con lo puesto, porque tenía sólo a 14 jugadores disponibles de la primera plantilla debido a las bajas.

Quizás la semana que viene el Barcelona se exhiba en el Sánchez Pizjuán porque es el mejor equipo del mundo, pero el Sevilla le ha dado un toque de humildad. Y si tiramos de estadísticas, el conjunto hispalense lleva 6 años sin perder como local en la Copa del Rey.

Me atrevo a decir que mi equipo es favorito.